IT, RR.HH. y atención al cliente serán los puestos más demandados en los próximos años, a la vez que, las organizaciones necesitarán avanzar rápidamente hacia su transformación digital.

La tecnología está revolucionando las reglas de juego en el mundo empresarial y así seguirá siendo a futuro. Hoy, 17% de los negocios se están moviendo a través de plataformas digitales, este es el caso de Uber, la compañía de taxis más grande del mundo que no posee vehículos; Airbnb, el mayor proveedor global de alojamientos que no tiene propiedades; o Facebook, la red social más popular a nivel mundial que no crea contenidos.

Para Javier Vargas, vicepresidente de Right Management Latam, de ManpowerGroup, este nuevo modelo de negocio hace parte de la transformación digital de las empresas, la cual implica lograr una conexión directa con el cliente o consumidor, evolucionar en la estructura organizacional y operativa de las organizaciones, y lo más importante: generar una trasformación en los trabajadores, quienes necesitan adquirir nuevas habilidades y roles digitales que antes no existían; así lo señaló durante una de las sesiones del Comité de Talento Humano y Sostenibilidad Corporativa de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia.

businessman working on modern technology

Y es que, según Vargas, en este momento la habilidad más importante es la ‘learnability’ o “aprendibilidad”, que implica tener la destreza y el deseo de aprender una nueva habilidad. “La capacidad de aprendizaje se ha convertido en un factor determinante para la empleabilidad, pues el 65% de los trabajos en los que participará la generación Z (nacidos a partir del 2000) no existe todavía, por lo que un aprendizaje constante es crucial para acceder a oportunidades laborales”.

Por su parte, María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de AmCham Colombia, coincidió en que de poco sirve la inversión en infraestructura dentro de las organizaciones sin la adecuada formación de su recurso humano y sin un esfuerzo real, por parte de éstas, para moverse hacia una cultura de innovación y transformación digital.

“Gobiernos de varios países han propuesto ambiciosos programas de productividad que se han quedado en el limbo de las buenas intenciones porque faltaron los profesionales con la suficiente formación para aplicarlos y darles continuidad. De ahí la importancia que se genere un cambio de mentalidad dentro de las compañías para que puedan competir y aprovechar las oportunidades de negocios en la era digital”, señaló Lacouture.

¿Cuáles serán los puestos más demandados?

El informe ‘La revolución de las competencias: digitalización y por qué importan las habilidades y el talento’, elaborado por ManpowerGroup y en el que se encuestaron a 18 mil directivos en 43 países, refleja que más del 90% de los empleadores actuales espera que su organización se vea impactada por la digitalización en los próximos dos años. Además, tres de cada cuatro líderes empresariales creen que la automatización requerirá nuevas habilidades a lo largo de los próximos años.

En lo que se refiere a empleabilidad, el estudio revela que en los puestos de trabajo en IT, recursos humanos y servicio al cliente se esperan aumentos del 26%, 20% y 15%, respectivamente. Mientras que los empleos relacionados con finanzas y contabilidad (-1%); productos y gestión (-4%); y administración o apoyo de oficina (-5%) cuentan con las perspectivas de crecimiento más bajas.

Las habilidades laborales del futuro

De acuerdo con el World Economic Forum, para el 2020 más de un tercio de las habilidades básicas deseadas en la mayoría de las ocupaciones, serán aquellas que todavía no se consideran cruciales para el trabajo actual; dos de ellas, y de las más importantes, son la creatividad y la inteligencia emocional, a la vez que será indispensable considerar a más mujeres en posición de liderazgo digital, aseguró Vargas.

En este sentido, para Right Management el modelo de liderazgo que se espera hacia el futuro sugiere que las compañías deben promover cuatro competencias laborales que serán fundamentales. La primera de ellas es la adaptabilidad, pues permite que el líder se sienta cómodo ante el cambio, la ambigüedad e incertidumbre. La segunda es el impulso, que se refleja en las ganas y el deseo de triunfar y ser exitoso. Una tercera competencia es la perseverancia, que se manifiesta en la resiliencia y tenacidad ante las adversidades. Por último, la brillantez, que va más allá de la capacidad intelectual y se traduce en la agudeza, curiosidad y sus ganas continuas de aprender.