Ante el paso del huracán Iota el fin de semana, comenzaron a llegar las primeras ayudas.

Tras cerca de 24 horas sin tener noticias de Providencia, luego del paso del huracán Iota, al mediodía de este martes se confirmó lo que se temía: la pequeña isla quedó prácticamente en ruinas.

Pero no solo fueron daños materiales. Las autoridades reportan una persona muerta, un desaparecido y decenas de heridos, lo que convierte el paso del Iota, también por la destrucción que se presentó en San Andrés –aunque fue mucho menor–, en la peor tragedia en la historia del archipiélago.

A esto se suma el drama de miles de familias que en la noche de este martes no sabían qué pasó con sus familiares en Providencia, debido a la falta de comunicación, que se demorará días en restaurarse.

Todo quedó devastado en la isla, que no tiene más de 5.000 habitantes. Las pocas casas que quedaron en pie están sin techo. Las calles están llenas de árboles caídos y escombros. El hospital quedó prácticamente inservible. El 98 por ciento del lugar quedó destruido.

Así lo pudo corroborar el presidente Iván Duque, quien llegó hacia el mediodía a San Andrés y posteriormente, gracias a que las condiciones climáticas lo permitieron, se desplazó hasta Providencia.

A esa misma hora comenzaron a llegar las primeras ayudas humanitarias para atender a los damnificados, que tuvieron que soportar durante casi dos días vientos de hasta 250 kilómetros por hora, pues el ojo del huracán alcanzó a estar a 8 kilómetros de Providencia.

Familia afectada por huracán Iota en Providencia
Así quedó la vivienda de la familia que logró refugiarse en el baño.

Una de las primeras noticias que se tuvo este martes de la isla fue gracias a Yudi Gallego, directora del Hospital de San Andrés, quien, a través de un teléfono satelital, habló unos dos minutos con la coordinadora médica del hospital de Providencia.

Tras esa llamada se conoció que estaban sin agua potable, comida y que era imposible atender a los heridos, que eran “muchos”, pues el hospital quedó inservible. “Me dijo que todo estaba en el piso, que no quedó un lugar donde estar en el momento. Las necesidades son muchas”, narró Gallego.

Ante esta situación, entre las primeras ayudas que llegaron, además de kits de aseo, están alimentos, agua potable, dos hospitales de campaña y unas 4.000 carpas para que las personas pasen la noche, ya que hasta los refugios quedaron sin techo.

No obstante, se espera que este miércoles llegue más ayuda, que salió en unos buques este martes en la mañana desde Cartagena, donde se instaló el Puerto de Mando Adelantado para atender la emergencia causada por el huracán. Se tiene previsto que a las islas lleguen más de 50 toneladas de ayudas en los próximos días.

Para Duque, se viene un reto “muy grande” en San Andrés y Providencia, por lo que presentó un plan de 100 días para la reconstrucción del archipiélago, que deberá comenzar esta semana.

Desde Providencia comenzaron a evacuar a algunos heridos y turistas, como Mateo Posada, quien con un grupo de amigos pasó dos días en el búnker de un hotel y solo hasta que el huracán cesó salieron a auxiliar a algunas personas. “Fue impresionante, lo han perdido todo”, aseguró Posada al llegar al aeropuerto.

En San Andrés, que sufrió un poco menos, se repartían este martes ayudas a damnificados, pero el panorama también era desolador.

La energía no ha sido restaurada en su totalidad, al igual que las redes de comunicaciones. De igual forma, las vías están llenas de postes y árboles caídos, y más de una casa y comercio se quedaron sin techo.

Por ahora no hay un balance consolidado de los afectados ni de las pérdidas económicas. El aeropuerto de la isla continuará cerrado, por lo menos hasta este miércoles, hasta que las condiciones climáticas lo permitan, y solo se recibirán vuelos de ayuda humanitaria, por lo que no se podrá todavía evacuar a los turistas.