Precios de alimentos cierran brecha de inflación entre pobres y ricos

En lo que va del año, hogares de menores ingresos han sentido presiones de precios más moderadas. Alza en gasolina se siente en hogares de clase alta.

El viernes pasado el Dane presentó los resultados de la inflación para abril, la cual presentó, tras casi dos años, una reducción en su indicador anual, que se ubicó en 12,82%.

Un punto que el Gobierno ha venido destacando desde inicio de año es cómo la inflación en los hogares pobres y vulnerables se ha venido relajando desde el arranque del año.

Mientras que en diciembre la inflación de los hogares pobres llegó a un pico de 14,92%, desde enero ha mantenido una tendencia a la baja, para abril se ubicó ya en 12,98%.

Pero en contraste, la inflación en los hogares de ingresos altos, que en abril estaba en 12,58%, no vio el mismo efecto en los primeros meses del año. Esto, según el centro de estudios económicos Anif, tiene que ver con la reducción en los alimentos y las alzas en la gasolina.

“La tendencia regresiva de la inflación ha mostrado un cambio de rumbo al tener un mayor efecto sobre los hogares con ingresos más altos desde principio del 2023”, aseguró Anif.

Según la entidad, tanto en los resultados de inflación mensual como anual, los hogares con mayores ingresos “son quienes más han sentido el incremento de precios debido al alza de los servicios y el combustible para vehículos”. En contraposición, y también debido a que los precios de los alimentos han cedido, ha disminuido la presión sobre los hogares con menores recursos.

De acuerdo con el Dane, al revisar la composición de la canasta básica de los colombianos, la mayor participación la tiene el rubro de alimentos y bebidas, con un peso de 27% sobre el índice de precios al consumidor (IPC) anual. A este le sigue la categoría de arriendos y servicios públicos, con 19,7%, mientras que el transporte pesa 16,5% del IPC.

“El principal determinante son los alimentos. Y es clarísimo que pesan más en los grupos de ingresos más bajos”, explicó Andrés Langebaek, director ejecutivo de investigaciones económicas de Grupo Bolívar-Davivienda. Según el economista, sumado a ello, también es cierto que los hogares más pobres no suelen tener vehículo o, en su defecto suelen tener moto, y que si hay una penetración del automóvil no es tan alta en estratos altos.

Por esto, la medida que viene impulsando el Gobierno de incrementar los precios de la gasolina desde el año pasado, con el fin de cerrar el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), golpeará especialmente a quienes tienen un auto.

En días pasados, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó que por ahora solo se incrementará el precio de la gasolina, que debería estar cercano a $16.000 por galón si se compara con el promedio internacional, más no el del diésel.

“Lo que tratamos de hacer es que pese lo menos posible sobre los colombianos de a pie y que solo llegue a los colombianos que tienen carro”, dijo Bonilla.

Según explicó Langebaek, hay un patrón mundial, al cual Colombia no es ajeno, en que primero se han venido desacelerando las inflaciones de bienes, y los servicios cuestan mucho más trabajo de bajar, porque muchos de ellos están vinculados, o al salario mínimo, que se incrementó 16% o tienen reglas de indexación al IPC.

“Eso significa que vamos a tener una presión alcista por ese rubro en términos de la inflación y que el transporte v a ser uno de los elementos que no contribuya que la inflación vaya a bajar”, dijo el experto.

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Fuente: Portafolio

Tomado de: https://www.portafolio.co/economia/inflacion-en-colombia-precios-de-alimentos-cierran-brecha-entre-pobres-y-ricos-582539

Imagen: Expansión