En los últimos dos años, sobre un sinnúmero de daños y perjuicios pandémicos, aprendimos mucho sobre la vulnerabilidad humana y su capacidad depredadora, de sus disparatadas ambiciones y absurdas desigualdades, pero también sobre su sensibilidad para aportar, acompañar, buscar ayudas y soluciones sobre lo que debe ser el futuro sostenible, sustentado en la realidad tecnológica y sus posibilidades.

Cambiaron los patrones de consumo, comportamiento, gustos y exigencias de los turistas, ahora más conservadores en sus decisiones, más cautos y previsivos en sus desplazamientos, con preferencias distintas y más aferrados a las herramientas tecnológicas y a las soluciones digitales. La transformación digital dejó de ser una opción para volverse una necesidad imperativa.

La realidad de hoy obliga ajustarse a las nuevas necesidades de conectividad, velocidad de red y acondicionamiento de espacios que permitan disfrutar los viajes y a la vez desarrollar actividades laborales. El 50% de los trabajos en el mundo podría efectuarse de manera remota en 2022, según un reciente estudio de Deloitte.

La cadena turística debe concentrarse en mejorar experiencias, incorporar en su ADN la digitalización y la innovación, porque quien se resista al cambio simplemente desaparecerá. Los hospedajes, además de habitaciones adaptadas para trabajar, pueden tener oficinas opcionales y espacios acondicionados para reuniones porque aumentará de forma sostenida el número de teletrabajadores, emprendedores y empresarios que buscarán espacios más apropiados y agradables para su rutina y sus reuniones.

Hay que tener claro el papel de los dispositivos móviles y de las aplicaciones que facilitan los procesos en turismo, desde lo más básico como la reserva o la compra hasta la posibilidad de utilizar los celulares para abrir puertas, activar servicios audiovisuales, pedir servicio a la habitación. Son herramientas indispensables para el turista y todos los días surgen nuevas soluciones y posibilidades que se vuelven habituales y si lo ignoramos el costo superará la inversión que se requería.

Los empresarios del turismo deben prepararse. En ese sentido, teniendo en cuenta la importancia de apostarle a nuestros empresarios, AmCham Colombia y Google lanzaron la plataforma “Turismo activo”, que de manera gratuita permite a cualquier persona o empresa conocer recomendaciones para la recuperación, las posibilidades de hacer negocios, mejorar las estrategias de mercadeo y comunicación y obtener conocimientos claves para hacer frente a la actual coyuntura.

La plataforma cuenta con un curso de 50 horas con varios módulos certificados por la Universidad Javeriana.

Adicionalmente, permite interactuar, intercambiar buenas prácticas, establecer alianzas que contribuyan a reactivar sus negocios, a estimular el desarrollo de nuevos productos, sofisticar su oferta y hacerlo más competitivo. Herramientas como estas contribuirán a que el sector de la economía más golpeado por la pandemia alce vuelo y recupere sus cifras.

La recuperación ha sido lenta, pero dinámica, entusiasta y prometedora. Tenemos que prepararnos para retos más grandes porque el turismo nacional seguirá en crecimiento, los viajeros internacionales comenzaron a llegar, en unos meses las restricciones y los temores se irán diluyendo y no podemos estar por detrás de otros destinos que trabajan en la misma dirección.

Fuente: La República

Tomado de: https://www.larepublica.co/analisis/maria-claudia-lacouture-402341/imperativo-un-turismo-activo-3294304

Imagen: Tomada canva

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