¿Por qué subir aranceles provocaría una tormenta perfecta en la economía colombiana?

Expertos consultados por Forbes destacaron que esto podría traer consecuencias negativas en la relación comercial con los países que tengan TLCs con el país, ya que tienen derecho a replica en caso de que los aranceles suban desde Colombia.

No cabe duda de que la economía nacional aún requiere de muchos ajustes, sobre todo ante un periodo de desaceleración del que apenas estamos viendo un momento de calma con la estabilización de la inflación. Sin embargo, que este panorama se mantenga, e incluso mejore, depende de que demos los pasos correctos en la dirección apropiada.

Bajo esta perspectiva, las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre temas como los aranceles no ayudaron, pues el mandatario aseguró que era necesario incrementar estos gravámenes para apoyar a la economía nacional y proteger tanto al campesinado como al empresario colombiano. Lo que no tuvo en cuenta el jefe de Estado es que esto puede traer muchas más complicaciones al país.

Hay que entender que un arancel es un impuesto que se le pone a los productos que provienen del exterior, lo que provocaría que fuera mucho más costoso, castigando principalmente al consumidor y provocando que el país pierda competitividad en el exterior, según explicó el el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz.

Con esto en mente, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, sostuvo que la modificación de aranceles, para arriba o para abajo, no es una política industrial, pues esta debe considerarse como un ejercicio que implica revisar cuáles son las condiciones de un sector específico o de un país manufacturero para saber, por ejemplo, si es capaz de producir desarrollo acelerado.

“No quisieramos que la discusión se centrara exclusivamente en la conversación de aranceles o en si debemos volvernos más proteccionistas. Estamos de acuerdo en que existan aranceles para compensar las prácticas de comercio desleal que eventualmente se puedan dar, y tenemos que buscar la forma de que asegurarnos que no tenga un efecto sobre inflación”, explicó el directivo en diálogo con Forbes.

Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que hasta 60% de productos que importa Colombia provienen de países con los que tenemos tratados de libre comercio, de manera que ahí no se podría hacer mucho si se tiene en cuenta que los TLC dicen exactamente cuáles son las tarifas arancelarias que se deben aplicar. Por ese motivo, hay que tener mucho cuidado de no despertar posibles retaliaciones.

A pesar de ello, Mac Master recordó que Colombia ya vivió un episodio similar con Perú en 2018, año en el que nuestro país no asignó cupos de importación para el arroz peruano. Fue entonces cuando el gobierno de Martín Vizcarra terminó afectando hasta 10 partidas arancelarias que tenían que ver con el sector de alimentos y cosméticos, pues se les aplicó un arancel de 10% para ingresar a Perú. Dicha sanción fue retirada cuatro años después, en noviembre de 2022.

Por su parte, Díaz recalcó que la propuesta del presidente Gustavo Petro de subir aranceles no es una buena idea, pues esta medida podría darle mayor rentabilidad al contrabando, lo que afectaría de manera negativa a los productores nacionales, que es lo que quiere proteger el mandatario.

Adicionalmente, el experto recalcó que “no podemos subir aranceles con los países con los que tenemos tratados de libre comercio (TLC) de manera unilateral”, pues solo estaríamos castigando a los productos que entran de otros países, por lo que my seguramente esas naciones “no se van a quedar quietas” y pondrían barreras a las exportaciones de productos colombianos, donde los más perjudicados serían los alimentos.

Un ejemplo podría verse en Estados Unidos, cuyo tratado de libre comercio con Colombia acaba de cumplir 11 y sin el cual nuestro país “pierde competitividad” a nivel internacional, según la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Estadounidense (Amcham Colombia), Maria Claudia Lacouture.

A manera de ejemplo, la directiva detalló que productos como el café tostado molido puede tener arancel de 20%, igual que productos como la tilapia, los textiles y las fajas, lo que deja como prueba que cualquier medida tiene una réplica. “Esta establecido que debe haber trato nacional en las empresas que exportan a Colombia y viceversa, entonces si le ponemos arancel a algun producto, EE.UU. puede ponerle replica”, añadió.

Cabe tener en cuenta que el país importa una serie de materias primas e insumos que no produce, o que genera de manera insuficiente y que son necesarios para la elaboración de productos que se consumen internamente o que se exportan. Uno de ellos es el maíz, pues Colombia solo tiene capacidad para producir 250.000 toneladas, cifra considerablemente menor a los 6,5 millones de toneladas que llegan de EE.UU. y que se necesitan para abastecer la demanda nacional, según explicó la directiva a Forbes.

“Por eso hicimos un llamado a ser muy hábiles en ese proceso de qué le vamos a poner más aranceles y que no. El 70% de productos que importamos no estan en el país. Si se importa viene con costo mas alto y mayor presión a la inflación, entonces hay que determinar qué variables habrá y a qué productos se les da mayor arancel”, añadió.

También hay que tener en cuenta que, si bien la inflacion mostró estabilización, todavía no ha bajado. Es aquí donde se debe tener en cuenta que aspectos como la logística, que tiene un impacto importante, viene con costos adicionales de diferentes variables. Por lo tanto, cualquier accion que se haga desde el Gobierno relacionada con mayores aranceles generará mayores costos para los colombianos.

Por ello, Lacouture se mostró confiada en que una posible alza de aranceles no se presentaría. “Si se mira cuáles son la mayoria de aranceles que Colombia tiene y las necesidades del país, precisamos de esa competitividad a nivel internacional. Hay que hacer un análisis de los requerimientos de la nación para tener proveeduría que le permita generar un crecimiento. De lo contrario, generariamos presión en el costo de los productos que generaría inflación”, aseveró.

Todo esto en un contexto donde el TLC con EE.UU., que cumplió 11 años esta semana, ha dado estabilidad, cooperación y políticas al país, así como una agenda bilateral más completa. Para la presidenta de AmCham Colombia, el TLC es la piedra angular que le ha permitido al país abarcar temas que normalmente no se hacen, como migración, narcotráfico y seguridad nacional, que terminan en acciones ligadas a oportuunidades de comercio, inversión y turismo.

Esto también sucede cuando Latinoamérica cobra mayor importancia geopolítica por su riqueza en minerales críticos. Teniendo en cuenta que EE.UU. solo tiene 4% de litio, 13% cobalto y no produce niquel ni grafito, la relación binacional con Colombia refleja un interés común en cambio climático y transición energética, lo que une aún más a los dos países.

Incluso, no se puede perder de vista que los hechos que enmarcan esa relación binacional apuntan al contexto interno de EE.UU. para 2024, cuando arranca en forma la carrera presidencial. Y es que siempre que hay proceso electoral están las variables de los dos partidos, y mientras que hay mucha afinidad con los demócratas hoy, se evidencian muchas diferencias con los republicanos. Por ello hay que reforzar la diplomacia y los contactos para mantener la pauta del bipartidismo y buscar aliados que permitan mantener el relacionamiento que se ha construido hasta ahora.

Es evidente que un incremento en los aranceles no ayudaría en nada a mantener todo lo anteriormente expuesto, sino que crearía más problemas a una economía que, si bien ya muestra mejores indicadores, aún debe caminar con pies de plomo si quiere llegar a fin de año con las proyecciones que ha dibujado hasta ahora. No es tarde para recapacitar.


Apartado

Fuente: Forbes

Tomado de: https://forbes.co/2023/05/19/economia-y-finanzas/aranceles-a-productos-colombianos

Imagen: Forbes