A quiénes les convendría y a quiénes no la renegociación del TLC con EE. UU.
El mandatario de Colombia afirmó que 1,2 millones de puestos de trabajo se crearían en el país en caso de poder llegar a un acuerdo.
“Hoy importamos casi todo el maíz de Estados Unidos y Canadá (…) Si yo quisiera reemplazar eso por maíz colombiano sembrado, tendría 1,2 millones de puestos de trabajo más, es decir, riqueza. Pero eso no lo puedo hacer porque lo prohíbe el Tratado de Libre Comercio (TLC)”, fueron las palabras del presidente Gustavo Petro cuando anunció su intención de renegociar el acuerdo comercial con EE.UU.
Y es que las altas importaciones de maíz —en 2022 se compraron al exterior 6,5 millones de toneladas, 45% de estas a EE.UU.— han tenido un impacto negativo tanto en el área de siembra como en la competitividad del subsector.
Por esto, desde la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) manifestaron su apoyo al presidente Petro, ya que consideran que se debe fortalecer la economía campesina, en especial de alimentos como el maíz.
“Reiteramos nuestro compromiso en proporcionar toda la información, conocimiento y experticia necesaria para que se corrijan los desequilibrios que surgieron en la negociación inicial del TLC”, afirmó Henry Vanegas, gerente general de Fenalce.
Sin embargo, para otros gremios volver a negociar ese acuerdo comercial va más allá del maíz, pues otros productos del agro terminarían gravemente afectados.
Las Implicaciones
Como “ir por lana y salir trasquilados” definieron algunos analistas una posible renegociación del TLC, pues consideran que si bien esta es deseable para varios sectores, en últimas no sería conveniente por las implicaciones que tendría para la economía colombiana en general y para productos como el café, las flores y el banano.
Por ejemplo, para Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), el actual ambiente proteccionista de EE.UU., junto a un clima preelectoral, no son los mejores momentos para negociar un pacto comercial.
“Si Colombia pide subir el arancel al maíz, perfecto, pero ¿cómo lo va a devolver? ¿Subiéndole el arancel al café, a las flores o a las confecciones? ¿México vendería aguacate a 0% y nosotros con arancel?”, cuestionó el dirigente gremial. Exministra de comercio también dio su opinión al respecto y no vio la iniciativa como algo positivo.
Entre tanto, Augusto Beltrán, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios (FEP) de Fedegán, recordó lo ocurrido con la medida de salvaguarda que solicitaron los ganaderos para frenar las elevadas importaciones de leche en polvo en 2021.
“Cuando hicimos la medida de salvaguarda nos dieron la razón, señalando que, en efecto, la rama de la producción nacional lechera ha tenido que enfrentar un daño a raíz de las importaciones de leche en polvo provenientes de EE.UU. en condiciones preferenciales. Pero al momento de tomar la decisión, no concedieron la medida por miedo a las represalias que podría tener ese país con respecto al café, flores, banano, caña de azúcar y confecciones”, explicó Beltrán.
Y aunque reconoció que las exageradas importaciones de maíz y de derivados lácteos como leche en polvo han sido lesivas para los productores colombianos, el experto insistió en que la renegociación implica volver a sentar a ambas partes a reevaluar los acuerdos en todos los sectores, lo que pondría en riesgo lo ya acordado en beneficio de Colombia.
De acuerdo con cifras de AmCham Colombia, desde 2012, año en que entró en vigencia el TLC, las exportaciones no minero energéticas pasaron de representar el 29% al 53% en 2022.
“Sin el TLC, Colombia tendría que pagar aranceles en sus productos insignia para ingresar al mercado de EE.UU.: para las clases del café tendría que pagar un impuesto entre el 10% y 15%; tilapia 20%, aguacate 15%; frutas 15%; flores 5%; y textiles y fajas 20%. El país perdería competitividad y ocasionaría una fuga de capitales y negocios producto del cambio en las reglas de juego”, apuntó María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham.
Cabe anotar que el ministro de Comercio, Germán Umaña, aclaró que el gobierno no está avanzando en una renegociación del tratado, sino en una revisión en la que se puedan definir ajustes para lograr un mayor equilibrio en el acuerdo. Sin embargo, no descartó la posibilidad de que el presidente Petro pueda llegar a pedir una renegociación.
Por ahora, se espera que en noviembre terminen los espacios en los que la comisión administradora evaluará el cumplimiento del TLC y será el momento en el que el Ejecutivo tendrá más elementos para tomar decisiones.
Apartado
Fuente: Pulzo
Imagen: Eje 21